(O lo que es lo mismo, Un Poquito De Lluvia En Su Desfile)
Ejercitemos la glándula imaginativa: Hagamos de cuenta que yo soy el secretario de estado en una república bananera X, cuya función es vigilar y trabajar la gobernabilidad, lo cual significa, como se sabe desde los tiempos de Cristo, resolver los problemas que el Jefe de Estado en turno tenga con los distintos sectores y ramas del gobierno, sociedad, anexas, conexas y similares, para así hacer la tarea del mandatario más fácil. ¿Hasta aquí vamos bien? Ok.
Ahora, si durante mi período como secretario de estado toda acción del ejecutivo ha sido vapuleada por los poderes, la oposición y el respetable, dado que mi capacidad de negociación es la de un perico tartamudo y en general mi desempeño ha sido tan intrascendente como cualquier peatón al que sin deberla ni temerla le cae un avión encima, la gente tendría derecho a decir que soy un mal funcionario público, cuando menos y si no se quieren manchar.
Bajo este escenario de mentiritas, las críticas políticas y sociales serían completamente justificadas, ¿Esto significa acaso que soy una mala persona? Mmm...
Esta es una diferencia que el sagaz “comentarista promedio” no hace regularmente, lo cual cae dentro del derecho de "libre expresión": Si se quiere decir que fulano de tal es el Anticristo encarnado porque no hace su chamba, es válido; no olvidemos que un funcionario público (especialmente los de las repúblicas bananeras X como la del ejemplo) que “ofrece sus servicios a la nación” no lo hace de a gratis, percibiendo una remuneración que excede por mucho al promedio del “populacho” y la mayoría de las veces hace un trabajo de mucho menor calidad. Es aquí donde surgen de la noche a la mañana cientos de detractores (o “campeones de la fe verdadera” como me gusta llamarlos) que empiezan a criticar lo “inadecuado” que es para el cargo que desempeña, incluso con ataques personales; un “Fair Game” garantizado, dado que poco puede hacer el “funcionario” para defender la suposición ideal de que trabaja por el bien común.
Entonces, ¿Porqué cuando muere, especialmente de forma repentina y/o trágica, la mayoría de esos ataques se convierten automáticamente en una disculpa velada, en un “bueno, pero no era en serio”, donde por “respeto a los deudos” se unen a la “pena que los embarga”, argumentando que “caricaturizar” la situación “sería de mal gusto”...?
No solamente es fascinante ver como cualquier persona que fallece bajo la mirada del ojo público se convierte instantáneamente en el baluarte y campeón de ideales que en vida ni siquiera a las personas más allegadas se les hubiese ocurrido atribuirle, lo cual creo es algo natural y quizás hasta justificable al enfrentarnos contra nuestra propia mortalidad. Siendo sinceros, a quien no le gustaría un funeral con cientos de dolientes, ceremonia, elogia, pompa y circunstancia.
Queremos dejar en claro que el problema aquí no es con los que le predican al coro o con los que ya quemaron la iglesia, el problema es con los creyentes y ateos de cafetería. Aquellos que durante la estancia del personaje como figura pública ridiculizan, insultan y/o caricaturizan como si no existiera el mañana, para arrepentirse cuando ocurre la resaca moral del día siguiente.
El criticar a cualquier persona, conocida públicamente o no, justificado o no, teniendo la razón o no, es una calle de doble sentido, como va también viene y hay que ser responsable de lo que se dice y cómo se dice, así como tener los huevos (con h, o los ovarios, sin h) para sostener lo que se ha dicho (y cómo se ha dicho) de la persona (viva, muerta o en cualquier otra de sus variaciones), ya que el darse baños de pureza después de que la broma nos explota en la cara para pretender que se es una “persona con calidad moral” es pura y llana hipocresía.
Algo que quisiéramos enfatizar en este, su blog de mano amiga, es que NADIE pide que se organice una línea de conga o que se haga un pachangón sobre el cadáver, ya que, generalmente, alguien va a guardar luto o sentir pena por el interfecto, pero sí en vida este era una persona de dudosa reputación o comprobada ineptitud, no es justo que los que pasaron un tiempo considerable buscando sacarle “sus trapitos al sol” se olviden de esos “detalles” para aparentar una civilidad que en otras circunstancias no estarían dispuestos a ofrecer.
Una persona que actúa así pierde toda su congruencia y seriedad, convirtiéndola en un “opinionólogo con licencia para matar”... Por lo menos hasta que alguien muera.
A P-C
Nota de la redacción: Esta es la razón por la que en el testamento del Autor Pre-Crisis está dispuesto que sea enterrado bocabajo, para que a las personas que lo detesten, aborrezcan, desaprueben y/o etc., etc., etc., puedan besar su peludo y gordo trasero.
Nota de la redacción #2: Todas las "comillas" del día de hoy fueron cortesía de la Ley para la Reforma Energética de la República Bananera X.
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Y hablando de repúblicas bananeras...
¡ ¡ ¡HEEEEY FAMILIA! ! !
No queremos perder la oportunidad para anunciarles que el Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, por sus siglas en lo que ellos llaman español, de cara a las ya cercanas elecciones regionales, ha lanzado al mercado, er, ejem, ha puesto a disposición de los compañeros de lucha revolucionaria el álbum que celebra la pelotera bolivariana, "Música Para La Batalla*", que como Pièce de Résistance presenta a Su Alteza Serenísima, Soviet Tercermundista Supremo y Monumento Internacional Al Humor Involuntario (Fanfarria Militar, maestro):
Hugo Chávez
(Ta-daaaaaaaa)
Con una recitación a ritmo de guajira (o recitación guajira, según sea su opinión) de “El Corrido de la Caballería”, 8 minutos y feria (por respeto al público incluye ovaciones grabadas) que usted desearía haber pasado viendo a dos chimpancés vestidos de marineritos, aporreándose mutuamente con truchas ahumadas, chuletas o pollos de goma (tristemente el PSUV no ofrece una garantía para la devolución de esos minutos perdidos de su vida).
*Nota de la Redacción #3: La duda que nos queda aquí es sobre el nombre del álbum porque, siendo sinceros, el único tipo de batalla que Chávez podría liderar sería durante una guerra inter-platanaria, es decir, lanzarse de plátanos contra otro simio igual o peor que él, ¿Acaso planea invadir un zoológico?
Si tiene el valor, presione el link en la imagen de arriba y rece porque el vínculo haya sido removido (O si usted es, con todo respeto, un cerdo comunista, revuélquese ahora que hay lodo)
(Advertencia: Este, su blog de mano amiga, no se hace responsable por el fragmento de su vida desperdiciado resultado de seguir el antes mencionado vínculo)
Bien dicen que el que es perico, donde quiera es verde y el que... no lo es, pues le sirve de percha al perico, ¿no?
