Thursday, August 31, 2006

Esperando por los Gusanos…

En Enero 30 de 1972, 13 católicos fueron muertos por soldados británicos, cuando estos dispararon hacia manifestantes que marchaban a favor de los derechos civiles, este día posteriormente se conoció como el “Bloody Sunday” (Domingo Sangriento), y propició que el movimiento anti británico en Irlanda del Norte resurgiera de manera violenta.






He aquí un resumen de lo ocurrido ese día:

14: 50 (o sea 2: 30 PM): La marcha inicia en protesta por la reclusión sin juicio que el gobierno Inglés llevaba a cabo como método de disuasión, entre otras cosas, para todo aquel posible activista político que quisiera andar de mitotero defendiendo causas que se consideraran contrarias a la “estabilidad social” (ustedes saben: libertad, democracia y todas esas pendejadas). Los organizadores principales de esta manifestación fueron los miembros de la coalición… er, digo la Asociación de Derechos Civiles para Irlanda del Norte (NICRA, Northern Ireland Civil Rights Association). Esta marcha contaba solamente con 10, 000 manifestantes (y ellos se hacían llamar primer mundistas, aquí nomas del millon pa’rriba), los cuales se reunieron en Creggan Estate y el plan era dirigirse al Guildhall Square, en el “centro histórico” del Bogside, Londonderry (Derry, Irlanda del Norte), donde habría una “asamblea”. Ahora, el truco aquí es que la marcha por si misma era ilegal, dado que el Parlamento de Stormont había prohibido todo ese tipo de protestas.

15: 40 (o sea 3: 40 PM): Las fuerzas militares británicas tenían una barricada en el acceso planeado por los marchistas a Guildhall Square. Para evitar problemas los organizadores del movimiento desviaron a su gente por una calle aledaña (que idiotas, ¿Quien les dijo que los líderes de un movimiento tienen que ser responsables? Meh!!!), pero como nunca faltan los del CGH, digo los radicales, un grupo de brillantes jóvenes, decidieron enfrentarse a las “fuerzas del orden” y arremetieron con piedras y cuanta cosa encontraron en contra de los soldados británicos, quienes respondieron con balas de goma, gas y cañones de agua.

16: 10 (4:10 PM) Para este momento el ejercito ya tenia ordenes de detener a cuanto revoltoso pudiera echarle el guante, así que siguieron a los alborotadores los cuales en otra prueba de genialidad se fueron en dirección de la calle por la cual la marcha se había desviado (según ellos pa’ no tener pex con los tecolotes). Lo que paso después se encuentra en debate todavía, las autoridades dicen que a sus muchachotes les dispararon en cuanto aparecieron en la bocacalle y ellos solamente se defendieron; en la comunidad católica dicen que sin decir agua va, se les dejo ir a los manifestantes (estando todos estos desarmados y ocupándose por sus propios asuntos) una lluvia de plomo cortesía de los soldados y francotiradores apostados en las paredes de la ciudad.

16: 40 (4:40): 30 minutos después de que empezara el festival de plomazos, 13 manifestantes habían muerto, otros tantos heridos y la situación político-social de Irlanda del Norte se había vuelto a enardecer.





Después del asunto, se hicieron las indagaciones correspondientes, se convocaron audiencias parlamentarias y el resultado de estas determinó que los soldados se la habían mamado, pero también se concluyó que los manifestantes habían disparado primero.

Obviamente los Irlandeses no fueron felices con el fallo, así que en lugar de un recuento de cuerpos (Balazo por balazo, Muertito Por Muertito) empezó una campaña para pedir otra audiencia relativa al caso, lo cual dio como resultado que en 1998 (26 años después de ocurrido el hecho), se ordenara por el parlamento una nueva investigación.


Ahora, lo que pasó después es irrelevante para el punto que quiero exponer aquí y esto es algo muy sencillo: La línea entre protesta y zafarrancho es muy delgada, “El individuo es inteligente y se puede guiar por la razón, pero la multitud es estúpida y se guía por instintos”.

No importando que tan justos sean los principios que se quieran defender o proclamar, la manera más fácil de adelantar los funerales de los compañeros de lucha, conseguir un nuevo juego de mártires o simplemente aprender a apreciar las dietas liquidas es utilizar a grupos enojados y disconformes para avanzar agendas personales.

El cambio de un sistema de gobierno radica en el pueblo, dicen por ahí, pero para eso se necesita que este “pueblo” sepa por que y a que quiere cambiar, dado que en política no hay buenos ni malos, solamente hay los que saben y los que no... Desafortunadamente, no importa quien gane las revoluciones, los que saben siempre se agarrarán de su puerquito a los que no saben.

De hecho, en general no hay buenos ni malos, para mi solo están los vivos y los tarugos que se dejan.



Ahora,
El Consejero Banano
nos presenta:





Mi ejemplo de una luchadora (en serio) en contra de un gobierno autoritario:


Sophie Scholl





* Niña católica clase mediera, nacida en Alemania en los años 20’s, creció con el surgimiento y llegada al poder del partido Nazi.
* Como miembro del movimiento de resistencia no violento La Rosa Blanca, se enfrentó a un régimen que hizo del totalitarismo un arte.
* Su padre, fue arrestado por hacer un comentario crítico acerca de Hitler.
* Sus hermanos y varios amigos fueron presos políticos, por el simple hecho de que era martes y no había suficientes estudiantes en las cárceles.
* Ella fue aprehendida al distribuir panfletos anti nazis, juzgada y condenada a muerte por traición.
*En el día de su ejecución, sus últimas palabras fueron: “El Sol todavía brilla”. Momentos después una guillotina fue la encargada de separar sus ideas del resto de su cuerpo.

Lo curioso de ella es que muriendo a los 21 años, ni siquiera tuvo el tiempo para ocupar un cargo público, conseguir seguidores "incondicionales" en masa o de autonombrarse la líder de un movimiento de resistencia. Su único (y mayor) logro (quizás) fue juntar la inteligencia necesaria para decir las siguientes palabras durante su interrogatorio a manos de la GESTAPO: “…Alguien, después de todo, tenia que empezar. Lo que nosotros escribimos lo creen muchos otros. Es solamente que ellos no se atreven a expresarse como lo hicimos nosotros…”

Por exponer una idea, diré que creo que los cambios empiezan por iniciativa individual, lo cual permite que en el experimento de civilización que intentamos hacer funcionar se evite la arenga caudillista o las defensas mesiánicas, porque cuando algo es injusto y todos los sabemos, la fuerza no la tienen los empleados del "pueblo", sus gobernantes, la tienen los individuos que deciden contratarlos como administradores.

Pero eso seria en un mundo ideal... Ya lo dijo alguna vez Gandhi (Ji) al responder cuando le preguntaron su opinión sobre la civilización occidental:

-“Creo que sería una buena idea…”-